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12 Llegó el momento, vino el día. Ni el vendedor tiene de qué alegrarse, ni el comprador por qué ponerse triste. Voy a castigar con ira el orgullo de Israel. 13 El que haya vendido algo no lo recuperará en toda su vida, ni podrá deshacer el negocio que hizo. Los malvados no podrán conservar su vida.

14 »Suena la trompeta llamando a la batalla; todos se preparan, pero nadie sale a luchar. Voy a castigar con ira el orgullo de Israel.

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